viernes, 28 de octubre de 2011

ARGENTINA AÑO VERDE: DESPUÉS DEL “DÍA DEL ARQUERO” PROPONEN “EL DÍA DE LA PARRILLA”


En la novela “La lucha continúa”, Juan Sasturain dispara la trama detectivesca a partir de una frase de uso común entre los argentinos: “el día del arquero”, utilizada para referirse a la improbable fecha de una acción que nunca jamás se llevará a cabo (similar a aquella otra de “el día que las vacas vuelen”).
En el texto, protagonizado por “Catcher”, enigmático superhéroe argento, un Diputado de la Nación efectivamente pretende instaurar el “Día del Arquero” en el calendario oficial argentino.
Algo similar, aunque obviamente fundamento cultural y social, ocurrió en 2006 cuando el diputado Mariano West (FPV) propuso instaurar el “Día Nacional de la Parrilla”.
Al momento de presentar su proyecto, West sostuvo que era una forma de mantener vivo el "espíritu del asado" y que " la camaradería y la concordia que se crean en el ritual del asado son un ejemplo universal de serena convivencia social.”
Según el proyecto, girado a las Comisiones de Cultura y Legislación General, el “Día de la parrilla” podría instaurarse el 1º domingo de octubre de cada año. Los fundamentos, quizás descabellados o superfluos en otros rincones del universo, eran más que elocuentes para estas pampas carnívoras en las que todo bicho que camina va a parar al asador:
“La iniciativa tiene por objeto otorgar el reconocimiento permanente del símbolo por excelencia de nuestra gastronomía, la parrilla. Nuestra tradición asadora debe ser protegida y promocionada a nivel nacional como una forma de rescatar la cultura y las costumbres de nuestro país”.
“La difusión de estos valores reafirma nuestra identidad nacional. En este sentido debemos posicionar a la parrilla como experiencia de placer y de alta gastronomía, que valorice los elementos característicos del territorio nacional, respete la biodiversidad y la naturaleza y exalte el origen y la tipicidad de productos de nuestro país como la carne y el vino”.
El proyecto de ley, que mencionaba entre los considerandos un libro de gastronomía editado hacia 1890[1], hacía alusión a expresiones artísticas como, por ejemplo, las "Coplas del payador perseguido" de Atahualpa Yupanqui: "Con permiso via a dentrar/aunque no soy convidao,/pero en mi pago, un asao/no es de naides y es de todos./Yo via cantar a mi modo/después que haiga churrasquiao".
El asado, de acuerdo al escrito, “puede significar un punto de reunión, una celebración de la amistad, un homenaje al invitado etc., convirtiéndose en un ámbito propicio para la transmisión oral de diferentes temáticas de la cultura popular que ha sido transferida de generación en generación con particularidades propias de cada región pero con un mismo significado”.
“La ceremonia del asado –especificó West- no distingue entre campo y ciudad” (…) y es tanto “el acontecimiento gastronómico por excelencia” como la “ocasión del culto a la amistad”.
El articulado de la norma se completaba con una exhortación al Poder Ejecutivo Nacional, que “realizará la más amplia difusión de la celebración a través de los mecanismos de comunicación oficial”.
Como en el libro de Sasturain, el proyecto del “Día Nacional de la Parrilla” se perdió en los intrincados vericuetos de la burocracia legislativa y nunca tuvo tratamiento, situación que en estas épocas de desquicio mediático alguien podría atribuir al accionar de “una minoría vegetariana apátrida”.
Sin embargo, la idea quedó allí, echando humo al costado de la parrilla en la que se cocinan las leyes, recordando representantes del pueblo que el asado es uno de los aspectos centrales de la argentinidad.


Luis Fontoira
Publicado en la Revista Integración Nro. 16
Septiembre de 2011


[1] Elaborado Juana Manuela Gorriti, era un recetario de cocina popular argentina en el cual se describía un minucioso y detallado procedimiento para trozar, condimentar y preparar el asado argentino.

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