viernes, 4 de enero de 2013

KISS Y OTROS FAMOSOS, A LOS BIFES EN BUENOS AIRES


Ahora se entiende por qué se decía que la banda de rock norteamericana “pisaba pollitos” en el escenario. Lady Gaga cuelga matambres en el placard, AC/DC homenajea nuestras carnes, Mick Jagger, Sting, Bono y otras “rock stars” sucumben al embrujo del bife de chorizo. Los alemanes Die Toten Hosen y el serbio Emir Kusturica se declaran fanáticos del asado. Roger Federer y Tommy Lee Jones sueñan con parrilladas. Un pequeño recorrido por los famosos más famosos que se desesperan por un asadito.

Los millonarios rockeros enmascarados de Kiss, que tocaron el pasado 7 de noviembre en el estadio de River Plate, ya andaban deambulando días antes del recital por las callecitas de Buenos Aires. No era la primera vez que visitaban el país pero de todas formas llegaron con anticipación, seguramente siguiendo la estela de humo de las parrillas argentas.
El lunes 5 visitaron la Radio Vórterix para una extensa entrevista y allí les preguntaron si, al igual que otras grandes bandas, salían de gira por el mundo con su propio chef.
“Tenemos un chef para la gira”, contestó Paul Stanley, el líder del grupo que está a punto de cumplir los cuarenta años de trayectoria, “pero no necesitamos ningún chef cuando venimos a la Argentina. Todos sabemos que aquí está la mejor carne vacuna del mundo”.
“Paul quiso venir unos días antes para disfrutar la comida”, agregó Eric Singer, el baterista.
“¿Qué van a hacer hasta el show?”, les preguntaron al final de la nota. La respuesta fue elocuente: “Vamos a comer”, contestaron, dejando en claro su política carnicera, al menos en estas tierras, que nos permite comprender por qué en los ochenta se decía que pisaban pollitos en el escenario.
Los enmascarados rockeros no son los únicos fanáticos del la cultura parrillera nacional. Este año también nos visitaron los punks alemanes de “Die Toten Hosen”, no tan famosos pero también multitudinarios en nuestro país, con motivo de sus 30 años de trayectoria. En una entrevista al diario “La Gaceta” de Tucumán fueron claros pese al enrevesado acento teutón: "De Argentina amamos el público y los asados".
Por su parte, otra de las recientes y rutilantes visitas internacionales, Lady Gaga, también tiene muchos vínculos con la carne vacuna argentina, como se contó en otra “historia de la carne”. De la oxigenada estrella se podría decir que guarda un matambre en el placard.
En 2010, para la entrega de los Premios MTV, la excéntrica cantante quiso, literalmente, “vestirse de carne”. Los principales diseñadores del mundo le dijeron que era imposible, hasta que dio con Franc Fernández, un modisto argentino nada modesto que, fiel a su linaje de de carniza de las pampas, le aseguró que podía cumplir con su deseo.
Fernández fue a visitar a su carnicero y le pidió que le separara muchos matambres, corte que por su extensión y ductilidad podría ser trabajado como una tela.
Fue así que con una calma que requirió que la estrella del pop concurriera a numerosas sesiones de prueba en una cámara frigorífica, el diseñador mendocino terminó vistiendo íntegramente a la diva con carne vacuna.
El vestido revolucionó la entrega de los premios y la estética del mundo de la música, además de engrosar los bolsillos de Fernández y de poner a la cultura carnicera argentina en la tapa de cientos de diarios del planeta.

Lengua a la vinagreta

Hablando de famosos, el más famoso de todos, Mick Jagger –líder de los legendarios Rolling Stones, la banda que podría rediseñar su logo haciendo la famosa lengua pero “a la vinagreta”- participó en un recordado asado en 2006, organizado a su pedido.
Eso sí, fueron carnes, achuras y compañías VIP, ya que la comilona fue preparada por Marcela Tinayre y Marco Gastaldi, en Barrio Parque. Entre los invitados estuvieron Juan Navarro, Flavia Palmiero, Teresa Garbesi, Daniel Hadad y Juanita Viale, que se ocupó de decorar la gran mesa. ¿El menú?: asado, achuras varias y mollejas, ensaladas y papas y batatas asadas o “papas dulces”, como las llama el cantante inglés.
En esa última gira sus compañeros de ruta no salieron del lujoso hotel Four Seasons, aunque también encargaron carne argenta para sus habitaciones, además de ensaladas, frutas, vinos, champagne y vodka.

Embajadores del bife

Los rockeros AC/DC llevan vendidos más de 200 millones de discos en todo el mundo. En diciembre de 2009 se presentaron por segunda vez en la Argentina, con tres conciertos multitudinarios en el estadio de River. Producto de esos recitales, en 2011 editaron en todo el mundo el DVD “Live at River Plate” que incluye el documental de 25 minutos, titulado “The Fan, The Roadie, The Guitar Tech & The Meat” (“El fanático, el asistente, el técnico de guitarra y la carne”) en el que se narran sus nueve días en el país, repletos de bifes.
“Aquí comí el mejor bistec de toda mi vida. He comido buena carne, pero te digo que la recomiendo”, asegura casi con un entusiasmo infantil Brian Johnson, el veterano cantante de la voz aguardentosa. “Tierno como un malvavisco”, dice mirando a cámara, refiriéndose al bife que se zampó la noche anterior, “todo el mundo tendría que probarlo”.
El halago de estos nuevos embajadores ad honorem del bife argento no es menor teniendo en cuenta que se trata de millonarios “rock stars” acostumbrados a la mejor y más caprichosa gastronomía “cinco tenedores” del mundo. Además, el elogio proviene de dos escoceses criados en Australia y dos ingleses, es decir, paladares acostumbrados a carne vacuna premium.

Sting, Bono, bifachos y malbec

Sting, otro dios del panteón rockero mundial, líder del recordado “The Police”, fue contundente en materia de exigencias cuando visitó el país en 2010: quería bailar tango y aprender a hacer un buen asado.
Y no se quedó con las ganas. Fue a una tanguería de San Telmo, comió bife de chorizo, bebió vino malbec, tomó clases de tango y pasó por la cocina del lugar para saber cómo se prepara el tradicional asado argentino. Cuentan que saludó atentamente a todos los cocineros y recibió una detallada explicación sobre los distintos métodos de cocción.
Al irse del país declaró orgulloso: "Aprendí a bailar el tango y a hacer asado".
También Bono, el cantante de U2, fue a comer a San Telmo en 2011, tras reunirse con la presidenta Cristina Kirchner en la Casa Rosada. Allí comió empanadas, un jugoso ojo de bife y asado “especial”, todo regado por abundante malbec. De postre se deleitó con un panqueque de dulce de leche y cuentan que quedó tan contento con el atracón de asadete que se puso a tocar el piano para los comensales de la parrilla.

Sangre chorreada

En 1992 visitó la Argentina para una malograda función el grupo Nirvana, que por entonces era furor entre los adolescentes de todo el mundo con sus letras depresivas y un sonido áspero y distorsionado. No se sabe si Kurt Cobain, líder de la banda, probó o no nuestras carnes porque estuvo todo el tiempo recluido en una suerte de “limbo emocional” (poco tiempo después se suicidaría), pero Lee Chi, el bajista de “Los Brujos” -la banda sopote- recuerda una escena dantesca en el back stage: “El camarín era muy lujoso, tenía una alfombra re alta. Cuando llegamos, adentro estaban Cobain, Grohl, Novoselic, Courtney Love, las Calamity Jane. Y estaban en medio de una batalla de carne. Se tiraban unos a otro con los pedazos de asado que había en una mesa. Era impresionante. Me acuerdo de cómo chorreaba la sangre en las paredes blancas”.

Drogados de res

Otro que nos visita cada vez más seguido es el serbio Emir Kusturica, cineasta, músico y admirador de Diego Maradona, sobre quien realizó una película en 2008. Cuando no es por el cine es por la música, pero siempre encuentra una excusa para llegarse hasta el aeropuerto de Ezeiza. En marzo de 2012 declaró que entre su país y el nuestro “hay evidentemente una cercanía manifiesta, Argentina para mí es idealmente Serbia, con mejor carne, rica comida, buen fútbol”.
“Sé mucho de fútbol y me he vuelto un especialista en carnes y asados”, aseguró.
Sus palabras parecen haber llegado a oídos de Roger Federer, uno de los tenistas más importantes del circuito internacional que, de cara a la visita que hará al país para jugar dos exhibiciones frente a Juan Martín Del Potro, pidió solamente dos cosas por fuera de su cachet: visitar “La Bombonera” y comer un buen asado.
La lista de famosos que deliran por nuestras carnes puede ser tan extensa como caprichosa. En ese extraño vademécum del adoradores del “Argentine Beef” se podrían apilar a Tommy Lee Jones –el actor de “Hombres de negro”- que es habitué de las parrillas de la localidad bonaerense de Lobos (donde concurre asiduamente a jugar al polo), Francis Ford Coppola, Joaquín Sabina, Juan Manuel Serrat, Raúl -el futbolista español- y Ronaldinho, o los políticos José Luis Rodríguez Zapatero o Luiz Inácio Lula Da Silva, estrellas y “estrellados” variopintos del mundo entero.
Para terminar este recorrido podemos nombrar a Juan Cirerol, cantautor mexicano que visitó hace pocas semanas el país y quizás aún no tenga la entidad de “celebrity” como para integrar los primeros lgares de la lista de famosos amantes del bife argento.
Sin embargo, su visita a las pampas dejó –fiel reflejo de esta época de sentimientos publicados on line- un “tweet” que quedará flotando como un fantasma carnívoro en la web hasta el fin de los tiempos: “Estoy en Argentina, creo que ando drogado en carne de res... uf”.


Luis Fontoira
Publicado en la revista Integración nro. 27 – noviembre de 2012
Luis.fontoira@gmail.com