miércoles, 7 de diciembre de 2011

Asado al parquet, un hito de la gastronomía justicialista

 
Lejos de amedrentarse por la estigmatización que intentaron algunos sectores, el peronismo se sobrepuso a las críticas y hasta convirtió en bandera algunos de los ataques más brutales que le profirieron a lo largo de la historia. Hoy, los restaurantes temáticos que honran a Perón presentan el “Asado al parquet” como el plato central de sus cartas.

Además de unos cuantos textos memorables, el escritor Jorge Luis Borges dejó para la historia una de las definiciones más brillantes del peronismo. En un reportaje, ante una pregunta que buscaba su veloz lengua viperina, Borges –que además de escritor era un “gorila” consuetudinario- contestó que los peronistas no eran ni buenos ni malos sino simplemente incorregibles.
Ese rasgo, el de la vehemencia, el de la perseverancia aún ante los errores propios y las críticas ajenas, es el que define claramente al “movimiento”, esa entelequia construida a lo largo de más de sesenta años que no sabe de derechas ni de izquierdas sino que proclama, como decía Carlitos Balá, que “como el movimiento se demuestra andando, pues andemos”.
Y es así como el peronismo se sobrepuso a los ataques más feroces y mediante un complejo mecanismo sociológico hizo estandarte de las mismas miserias con las que se lo criticaba. “Mis grasitas”, en la voz de Evita, pasó a ser un elogio, una exaltación amorosa de las virtudes peronistas que actuaba como escudo ante los epítetos de los opositores que no dudaban en describir a los seguidores de Perón como “grasas” o “cabecitas negras”.
El mismo mecanismo –que los psicólogos podrían denominar “resiliencia” (*) de masas- se puso en marcha para reconvertir en virtud y en hito gastronómico otra de las críticas más brutales que recibió el peronismo de fines de los ‘40. Se trataba de un mito urbano deslizado por los sectores “blancos” que sostenían que los “negros” –que habían accedido masivamente al consumo- levantaban el parquet de las casas que entregaba Perón para hacer asados.
Hoy, distintas agrupaciones peronistas como la “JP Evita de la Matanza” convocan a festejar el día del trabajador con un gran “asado al parket” –“parket” con “k”, a tono con estos tiempos patagónicos- y una serie de restoranes temáticos que honran con la liviandad del marketing la figura de “El General” lo presentan como plato principal de sus cartas.
El humorista Diego Capusotto –fino observador de la realidad y peronista confeso- abordó el tema en su programa (**) realizando un supuesto contrapunto entre Borges, indignado por la propaganda peronista que buscaba el retorno del general en 1971, y el cantante popular “Bombita Rodríguez”. En ese video de 2009 se presentaba una campaña de educación alimenticia en la que se sostenía que para hacer un buen asado peronista solamente era necesaria la carne, la parrilla y una espátula…para levantar el parquet.
“Levantalo, no lo pensés, el parquet es un desvío muy burgués”, cantaba Bombita para concluir “Perón cumple y la carne dignifica”.
El spot de Capusotto finalizaba con un locutor en off que sostenía “Fue un mensaje de la Organización Mundial de la Salud, que también es peronista”.
Ironías al margen, no solamente Capusotto dedicó su arte al asado peronista. La banda de rock “DDT” (ex “Demonios de Tasmania”) editó en su disco “Rocketer” (2003) la canción “El último grito de la moda”, en la que se proclama como un mantra litúrgico “el sushi y la pizza con champán ya fue, el último grito de la moda, asado con el parquet”.
También el pintor Víctor Fernández (***) dedicó un óleo al tema, titulado "De cuando los Portegnomos (****) hicieron asados con el parquet de sus flamantes departamentos" (ver imagen).

Los muchachos peronistas, todos unidos comeremos

Casi como si se tratara de un “Hard Rock Café”, pero nacional y popular, los bares y restoranes temáticos dedicados a Perón florecieron los últimos años en Buenos Aires y se extendieron a otras ciudades como La Plata y próximamente Rosario.
“Perón-Perón”, una de las fórmulas más recordadas de la historia política nacional, es un selecto restorán enclavado en el trazado fashion snob de Palermo Hollywood. Luce en la entrada un escudo del partido justicialista y en una de las paredes un reloj detenido a las 20:25 (hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad). En su carta se destaca el “Asado al parquet”, además de otras exquisiteces poco sutiles, como la “Tabla de fiambres Pedro Eugenio”. En la barra no hay “happy hour” sino “La hora de los pueblos”.
Otro de los reductos dedicados a la gastronomía peronista –por no mencionar el bar del “Instituto Nacional Juan Domingo Perón”, donde se puede tomar un café junto a una estatua hiperrealista de Perón (*****), es “El General”, operado por una cooperativa de trabajadores. Se ingresa por “La Puerta de Hierro” y, además de múltiples afiches, presenta una imagen de Evita, arreglándose las uñas con un caniche en su falda. Todos los días se canta “la marcha” a grito pelado y, como no podía ser de otra forma, la especialidad de la casa es la “Parrilla al parquet”.
En el Juan Domingo Restó Bar de La Plata, por su parte, se puede pedir “Risotto Puerta de Hierro”, “Pastel de papas” –que, según dicen, era el plato favorito de Perón-, y para los postres una “Copa Mi General”.
Después de esta recorrida por este hito de la gastronomía peronista que hoy también celebran los “blancos” de las clases acomodadas solamente resta una advertencia: al momento de homenajear al “General” con un asadito se debe tener en cuenta que el parquet no esté plastificado –y, mucho menos, que sea piso flotante-, porque la combustión podría estropear el sabor del manjar justicialista.


Luis Fontoira

Publicado en Revista Integración nro. 17

Diciembre de 2011



(*)En psicología, el término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Cuando un sujeto o grupo (animal o humano) es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por los mismos. Actualmente la resiliencia es considerada como una forma de psicología positiva no encuadrándose dentro de la psicología tradicional.
(**) Peter Capusotto y sus videos.
(***) Fue Director de la Escuela Municipal de Artes Visuales de Lomas de Zamora. Actualmente, se desempeña como curador del Museo de Bellas Artes “Benito Quinquela Martín”.
(****) Según el artista, los “Portegnomos” son extraños habitantes de un mítico y subterráneo Buenos Aires. Amantes del tango, fieles seguidores de carismáticos líderes políticos, fanáticos hinchas de fútbol.
(*****) Silimar al famoso bar “El Floridita” de La Habana (Cuba) en el que los comensales pueden tomar un mojito junto a la estatua del escritor Ernest Hemingway.

4 comentarios:

  1. Excelente! La ironîa final es que al Peronista promedio el concepto de levantar el parket para hacerse un asado no solo no lo averguenza sino que lo enorgullece.

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  2. Excelente! La ironîa final es que al Peronista promedio el concepto de levantar el parket para hacerse un asado no solo no lo averguenza sino que lo enorgullece.

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  3. FUE EN LA CIUDAD ARGENTINA DE CAMPANA QUE TUVO SU ORIGEN EL ASADO DE TIRA

    Como un ingeniero apasionado por la historia, les aseguro que el “asado de tira”, símbolo argentino, se originó en la ciudad de Campana cuando el The River Plate Fresh Meat Co., el primer frigorífico de Sudamérica, se instalara en esa ciudad y que, con la incorporación de una sierra, se logró cortar los huesos de las reses… Hasta entonces, a las reses se las faenaban a cuchillo.
    La tira de asado fue ese el tema que quedó rondando en la cabeza de Claudio Valerio que, luego de una charla informal entre amigos, se decidiera a investigar para llegar a establecer que ese corte, tal y como se lo sirve actualmente, tuvo su origen en la ciudad de Campana, Buenos Aires.
    Este hecho, que se convertiría en hito culinario e histórico para el Distrito, sucedió durante el siglo XIX con la instalación del frigorífico The River Plate Fresh Meat Co. en el pueblo bonaerense que crecía a orillas del Río Paraná de Las Palmas, en el actual territorio de Campana. Entonces la historia comienza en el frigorífico que fue fundado en 1882 y cerró en 1926 pero dio inicio al proceso de industrialización en la zona.
    Los principales compradores de la carne argentina eran los ingleses, que preferían los cortes con más carne y menos hueso y grasa. Por eso, el costillar entero era un corte de descarte en el frigorífico y, en vez de tirarlo, lo consumían los empleados, acostumbrados a asar porque muchos de ellos provenían del campo o el interior del país. "Se asaba a la cruz con el cuero, el matambre y la falda, así se preparaba desde el 1600. Los curas franciscanos, por ejemplo, se lo daban a los obreros que trabajaban en la construcción de iglesias y así también lo consumían los gauchos".
    A partir de la incorporación de ese novedoso elemento que se pudo comenzar a cortar el hueso ya que hasta el momento los trabajadores sólo contaban con una cuchilla para faenar y por más filo que tuviera era imposible poder atravesarlo. Entonces desde ese momento pudo cortarse el costillar, separarle el cuero, el matambre y la falda, y ahí queda el asado de tira.
    Hay publicado un libro en el que se puede leer y profundizar los por qué lo han llevado a llegar a este descubrimiento, como también lograr que su hallazgo tenga reconocimiento nacional, sinque ello signifique lucimiento personal. Además, con la presentación formal de su trabajo, se pretende institucionalizar la “fiesta nacional del asado de tira”, para que pase a caracterizar al Distrito de Campana.

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  4. El libro "ASADO DE TIRA" fue "Declarado de Interés Legislativo" por el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Campana, según la resolución N° 1985/18.

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